Sentimientos es lo que siento en este pecho, sentimientos a flor de piel, que a veces son pocos los que siento o quizás los demás se quedan apartados y sólo siento uno...
Ese señor llamado Tristeza que se agarra a todo, es egocéntrico, egoísta, realmente cabrón, sí. Siempre necesitas a su peor amiga, a Felicidad, ¿pero qué crees?, ¿Que puedes conseguir a Felicidad tan fácilmente? Ella también es jodida, pero jodida de conseguir, no quiere ser amiga de nadie, tan sólo se centra en unos pocos que quizás ni se merecen ser sus amigos.
La gente que de verdad necesita a esa amiga nunca está, desaparece de la nada, no deja huella y ahí es cuando dejamos de creer en ella, dejamos de creer que existe esa señorita llamada Felicidad.
¿Sabéis? Yo también pienso a veces que no existe Felicidad, que tan sólo son cuentos y cuentos, algo así como los cuentos de hadas, que sólo los niños creen en ellos.
Pero sé, que tuve a Felicidad por un instante, sí, un instante largo, pero pequeño... ¿Sabéis cuando? cuando yo compartía mi vida con él, cuando era feliz a su lado, ya que él me hacía feliz, me hacía sentir, volar, reír, llorar...
Pero señores y señoras, ya perdí a mi amiga Felicidad tras marcharse él...
Sólo me queda mi amigo Tristeza, que me arropa todas las noches de insomnio pensando en él y recordándole una y otra vez más. Lágrimas derramando por mi rostro, cegada de la realidad...
¿Sabéis? Yo también pienso a veces que no existe Felicidad, que tan sólo son cuentos y cuentos, algo así como los cuentos de hadas, que sólo los niños creen en ellos.
Pero sé, que tuve a Felicidad por un instante, sí, un instante largo, pero pequeño... ¿Sabéis cuando? cuando yo compartía mi vida con él, cuando era feliz a su lado, ya que él me hacía feliz, me hacía sentir, volar, reír, llorar...
Pero señores y señoras, ya perdí a mi amiga Felicidad tras marcharse él...
Sólo me queda mi amigo Tristeza, que me arropa todas las noches de insomnio pensando en él y recordándole una y otra vez más. Lágrimas derramando por mi rostro, cegada de la realidad...
Paula Ballesté © 3 de Febrero de 2010