Mi cabeza reposa sobre la almohada, mis ojos se van cerrando cada vez más, cada poco tiempo desprende alguna que otra lágrima, lágrima que va a parar a el mar que baña, y me hundo, me hundo en mis lágrimas, no saber que me puede esperar en un mañana. Me confundes tanto que ya no sé ni quién soy, ni qué siento, ni que quiero en esta vida. O tal vez solo sepa una cosa: Que te quiero, te quiero a ti. Hace tiempo atrás que no sentía algo así dentro de mí. Quizás sea yo y no tú, quizás yo sea la loca, la que se emparanoya, la que vive sólo de ilusiones y yo para ti sea una más. ¿Pero cómo coño quieres que piense que soy para ti una más? Me dices cosas que jamás a mí se me pasarían decir por la cabeza por muy enamorada que esté, son preciosas, esas cosas hacen que me enganche más a ti, a tus besos, tus abrazos, caricias, palabras bonitas, momentos que quiero que se paralicen y me quede a tu lado, sintiendo tu aliento en mi cuello y escuchar el pequeño susurro de un 'te quiero tanto...'.Ya no aguanto más, necesito saber el por qué, el qué y el cuándo.
¿Por qué tú? y... ¿Por qué yo?
Sólo sé que te quiero...
Paula Ballesté © 23 01 2011