Sentir tu suave piel deslizando sobre la mía. Comerte a besos sin ningún problema, volverme loca con tus ojos, esa mirada que enloquece. Dulzura en tus labios y delicadeza en tus manos.
Sentir miles de cosquilleos dentro de mí y que todo va floreciendo en mi interior. Sentir tus manos deslizándose por mi piel jugando a un juego prohibido en el que los participantes somos tú y yo. Que nuestros cuerpos se fundan y creen uno. La respiración cada vez más fuerte a centímetros de nuestros labios.
Paula Ballesté © 22 11 2010