Tu boca la deseo, estoy esperando por ella, por esa boca que me provoca y me apasiona. Por esa sonrisa que me ilumina los ojos, tan preciosa como tú. Como tus manos delicadas y bonitas. Y tu carita de ángel, que me hace sentir tantos sentimientos dentro. Tus palabras, cada gesto tuyo me hace ser la niña más feliz del mundo. Poder mirarte y crear diversas sensaciones dentro de mí, no sé como lo haces, pero eso no lo ha logrado nadie. Tampoco han logrado enseñarme a amar, tan sólo tú.
Paula Ballesté © 11.11.2010
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