Nadie sabe lo que siento yo por ti y tú incluido, tampoco. Nadie sabe lo que siento en ese corazón que te llevaste, sólo tú tenías la llave y con la llave de escapaste, te esfumaste, como el humo de un cigarro en un día de tempestad.
La magia se terminó, acompañada con la ilusión que teníamos ambos. Las promesas y historias se derramaron de ese vaso de agua que jamás se podrán cumplir como eso que deseábamos los dos.
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