Él, sí, es él.

Joshua Mejuto Torres

Me gusta cuando su sonrisa llega a cada extremo de su suave cara, esa sonrisa que me pone los pelos de punta, sí, me gusta verle sonreír, me gusta verle feliz, caminando de un lado al otro sin saber el por qué.
Me gusta sus ojos verdosos claros, tirando a un tono azul, con una pizca de amarillo.
Me gusta cuando su mirada cómplice con la mía dicen o traman algo.
Me gusta que hable por gestos y sólo le entienda yo.
Me gusta ver cuando se pone tímido y baja la cabeza al suelo y se arrugan un poco sus delicados mofletes y sale una pequeñita sonrisita.
Me gusta cuando se enfada, sí, me gusta, se pone a defensiva, me resulta muy gracioso. A veces odio que se enfade, sobretodo conmigo. Es de las cosas que más me duelen.
Me gusta que se quede a mi lado en silencio y me abrace sin pedir nada a cambio. Tan sólo sentir el gran cariño de un hermano.
Me gusta cuando nos chinchamos, me gusta ver que se crea superior. 
Me gusta imitarte y que salgas a la defensiva imitándome a mí con voz de niña pequeña.
Me gusta lo maniático que eres, quieres que todo salga bien, quieres disfrutar de los momentos buenos.
Me gusta que me des tu ayuda sin pedir nada a cambio.
Me gusta estar a tu lado, sin hacer nada, sin hablar, sin mirarnos, pero sé que estoy segura a tu lado.
Me gusta poder contarte todo, sin temor a que lo puedas contar.
Me gusta tramar mil sueños por cumplir a tu lado.
Me gusta que me digas cosas bonitas y que yo te las pueda devolver. 
Me gusta los pequeños detalles que tienes conmigo que me hacen sentir querida por ti. 
Me gusta esa sensación al bajar del bus, porque sé que te voy a ver.
Me gusta también esa sensación que siento al abrazarte o tenerte muy cerca de mí.
Me gusta pasar mucho tiempo a tu lado, si pudiéramos, pasaríamos más.
Me gusta todos los sueños que tenemos en mente y que nos queda por cumplir.
Me gusta las ansias que tienes en aprender cosas nuevas y experimentar nuevas sensaciones.
Me gusta tantas cosas de ti que no tendría tiempo a escribirlas todas.