Tantos golpes me da la vida que ya no sé que pensar, qué hacer, qué decir, cómo actuar, cómo maniobrar mi pequeña vida. Todo iba tan bien, pero ya no confío en nada y tampoco en nadie, sólo en los míos, los que me demuestran día a día lo que valen. Ya no confío en esas promesas que me pudiste decir un día, no creo en todas esas cosas preciosas que creía que eran verdad, que todas esas cosas podían llegar a algún lugar. Que todos tus regalos, palabras, besos, caricias, momentos se destruyan, al igual que el amor que siento por ti. Quizás he sido tonta en haber confiado tan rápido en ti cuando había gente que te conocía mejor que yo y me advertían, quizás he sido estúpida en creer todas tus historias, he sido tonta en tratar de sacar algo bueno de esto, ya que esto... ¿qué es esto? esto no es nada, por lo menos para ti. Para mí eso era TODO, el poder besarte, abrazarte, poder tocarte, poder ir de la mano por la calle contigo, que me picases y me dijeras cosas para que me celara y que luego tú te celaras si veía pasar un chico y dijera lo guapo que es. Me gustaban todas esas risas que salían de mi boca gracias a ti. Es más, me gustaba todo de ti.
¿Pero ahora que pasa? parece que se ha jodido todo, que se ha roto esa capa de esperanza y ilusión que me abrigaba.
Ahora solo queda olvidar...
Paula Ballesté © 17 02 2011
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